domingo, 9 de marzo de 2008

Continuando con mi anterior entrada sobre Pablo Palacio.

Con Pablo Palacio y su visión de la literatura como un artificio, un universo verbal que no refleja la realidad exactamente pero tampoco la sustituye por completo, en el ambiente cuasi moderno de Ecuador se notaba esa autonomía de la literatura.

Pablo Palacio fue un caso especial, aislado del panorama arístico ecuatoriano,por lo que existieron polémicas en torno a él, sobre su fue verdaderamente un adelantado o una explesión tardía en el marco del vanguardismo latinoamericano.

Pablo Palacio en su obra toma sus temas de las pequeñas relidadesc, ya que sostiene que la vida esta constituida por aquellas pequeñas realidades. Sus obras aparecen dotadas de madurez y rareza; en sus cuentos aparecen investigadores que elaboran hipótesis absurdas, seres anormales, raros, casi locos, casos clínicos, efermedades, todo esto con bastante irónia y un humor negro deshumanismo.

Por el uso de una agria polémica con escritores y críticosde tendencia realista, Palacio produjo escándalo en su tiempo donde existian novelas románticas y rompio aquella línea con su arte profundamente antirromántico, realixando una descontinuidad. Lo mismo sucede con su humor negro (ácido), y su desenfado en sus narraciones. Sus obras por
no tomar en serio lo real y por transformar en texto la pequeña realidad, de inventarla desprestigiándola, produjo una literatura que , por el juego de niveleas de realidad, no da descanso al lector.

Para finalizar desde comienzos de la década de 1930 conviviendo con la novedad de Pablo Palacio, se desarrollo una estética que buscaba ampliar el espacio ciudadano,la escritura de la llamada generación del treinta.

Publicado por: Oscar Peñaherrera

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